San Juan Bosco
Escultura a Don Bosco y Basílica de María Auxiliadora |
Juan Melchor Bosco Occhiena (en italiano Giovanni Melchiorre
Bosco), más conocido como Don Bosco, es sin duda uno de los personajes más
relevantes en la historia de Turín. Nacido en 1815 en I Becchi, una aldea de Castelnuovo
no muy lejos de la capital del Piamonte, tuvo una infancia complicada. Uno de
tres hermanos, su padre murió de neumonía cuando el sólo tenía dos años. Su
madre Margarita los crió en un ambiente campesino muy empobrecido tras las
invasiones napoleónicas. Tuvo que trabajar para ayudar a mantener la familia y
según cuenta en su libro "Sueños de Don Bosco", su vocación comenzó cuando se le
apareció Jesús y su Madre. A partir de entonces decide hacerse sacerdote.
En 1841 es ordenado y llega a la capital del reino, Turín,
donde una floreciente primera industria provoca la llegada de un gran número de
jóvenes con empleos muy precarios y un alto grado delincuencia. A finales de
ese año acoge a Bartolomé Garelli, un chico de la calle. A los tres días tiene
a nueve, tres meses más tarde a veinticinco, y en verano de 1842 son más de
ochenta, habiendo fundado ya el oratorio de San Francisco de Sales. Algunos de estos
jóvenes, siguiendo sus pasos, se unen a su labor docente por lo que en 1854 crea
la orden de los Salesianos y más tarde, junto a María Mazzarello, la Comunidad
de las Hijas de María Auxiliadora. Así pues, su obra se extendió rápidamente
por Italia, Francia, España, Portugal y Latinoamérica. Vivió el Resurgimiento
Italiano y fue estrecho colaborador del Papa Pío Nono. Muere en 1888 en Turín, fue canonizado en 1934 y tiene el título de Doctor de la Iglesia.
Cúpula de la Basílica de María Auxiliadora |
Entre 1864 y 1868, en el margen norte de la calle Reina
Margarita, construye con ayuda de los muchachos del Oratorio y de la población
de Turín el Santuario de María Auxiliadora, de estilo neoclásico y epicentro de
la familia salesiana, que fue elevada a Basílica Menor en 1911.
La Consolata
Torre medieval de la Consolata |
Fachada neoclásica de la Consolata |
Altar de la cripta de la Consolata |
Altar Mayor de la Consolata |
En 1448, la Orden Benedictina encargó una mayor expansión del templo, a esta orden perteneció la basílica durante más de dos siglos, hasta que fue transferida a la Orden de los Cistercienses en 1589. La basílica se convirtió en la pieza central de la fe y la religión en Turín durante los duros días del asedio franco-español. La ciudad se encomendó a la Virgen de la Consolación para su propia salvación y se realizaron ofrendas votivas. Su posición geográfica, tan cerca de los muros de la ciudad, hizo al santuario vulnerable a los fuertes bombardeos del Asedio de Turín de 1706, pero, a pesar de esto, el templo se salvó de la destrucción. Tras este evento, la Virgen de la Consolata fue proclamada "Patrona de Turín" conjuntamente con San Juan Bautista.
Más tarde, el decreto napoleónico de 1802 impuso la
supresión de las órdenes religiosas y los monjes de la Orden Cisterciense se
vieron obligados a abandonar el santuario, y por un corto período de tiempo, el
templo fue convertido en cuartel. En 1815, el santuario una vez más se
convirtió en un lugar sagrado y su regencia fue confiada a Orden de los Oblatos
de la Virgen María.
Galones militares como exvotos |
Iconos de las gracias concedidas |
El Ángel Caído
Escultura del Ángel Caído |
El monumento fue diseñado por Marcello Conte Panissera de
Veglio y fue inaugurado en 1879, consta en una pirámide hecha con grandes rocas
procedentes de la excavación del túnel, la pirámide está coronada por un genio
alado que en realidad es una representación de Lucifer, pues lleva un lucero en
la frente, a lo largo de la pirámide se encuentran las figuras de mármol de los
titanes muertos. En la base de la pirámide hay una fuente que contiene peces y
otros animales acuáticos.
Todo esto es una alegoría del triunfo de la razón sobre la
fuerza bruta, en el espíritu positivista de la época en que se hizo. Sin
embargo, en la tradición popular este significado original se superpone por
otro: el monumento conmemora el sufrimiento de los mineros de la época que
llevaron a cabo la obra. Además, diversas corrientes esotéricas lo relacionan
con los Triángulos del Bien y del Mal, así como con las Puertas del Infierno. Se
considera a esta fuente como uno de los pocos monumentos que existen dedicados
al Ángel caído, junto a la Fuente del Ángel Caído (Madrid), la estatua que
representa a Lucifer en el Rockefeller Center de la ciudad de Nueva York
(Estados Unidos) y a la cara del diablo El poder Brutal de Quito (Ecuador).
Todo ello hace de Turín una de las capitales mundiales del ocultismo.
Piazza Statuto y monumento al Traforo de Frejus |
Bibliografía:
www.biografiasyvidas.com
www.comune.torino.it
wikipedia.org
www.comune.torino.it
wikipedia.org
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