Blue Life: Paseos Nazaríes (VIII): Justicia, Bermejas, Realejo y Mártires

Vista exterior de la Puerta de la Justicia

Vista interior de la Puerta de la Justicia

Continuando con nuestros paseos por Granada, hoy nos toca abandonar la Alhambra, un lugar que no conocía que realmente me sorprendió, incluso sin haber podido entrar a los palacios nazaríes. Aún así, os recomiendo visitarla si tenéis la oportunidad. Pero para despedirnos de la Alhambra, lo haremos atravesando la que posiblemente sea la puerta más monumental de cuantas dan acceso a ella: la Puerta de la Justicia, edificada en 1348. También conocida como Puerta de la Explanada por el amplio espacio que se extendía ante ella, su majestuosa figura preside todo el espacio y se ha convertido en uno de los símbolos de la Alhambra. De hecho, aparte de su función estructural, esta Puerta posee uno de los valores simbólicos más destacados de la Alhambra: la mano en la clave del gran arco de fachada y la llave en la clave del arco de entrada (símbolos islámicos), contrastan con la imagen gótica de la Virgen y el Niño, de Roberto Alemán, emplazada por orden de los Reyes Católicos sobre la inscripción árabe fundacional de la puerta.

Cuatro columnas adosadas en cuyos capiteles aparece la profesión de Fe musulmana, enmarcan el portón de la entrada que ha conservado sus hojas de madera chapadas en hierro y demás herrajes originales, recientemente restaurados. El interior, como es característico de estas construcciones defensivas, se desarrolla en doble recodo, salvando un pronunciado desnivel, cubierto sucesivamente por bóvedas de aristas y una cúpula.

Pilar de Carlos V

Junto a la Puerta de la Justicia puede observarse un baluarte circular de artillería desde el que desciende un muro en piedra labrada, ante el que se talló una de las obras maestras del Renacimiento granadino, el Pilar de Carlos V, con dos cuerpos de altura y composición tripartita centrada en torno a tres mascarones surtidores. Estos son interpretados por algunos como símbolos de los ríos de Granada: Darro, Beiro y Genil, y otros como el Verano, Primavera y Otoño por tener sus cabezas coronadas con espigas, flores y frutas. El lienzo de muro sobre el que se apoya el pilar, presenta cuatro medallones tallados con personajes mitológicos: Hércules matando a la Hidra de Lerna; las hermanas Frixo y Hele pasando el Helesponto sobre un carnero, Dafne perseguida por Apolo, y por último Alejandro Magno.

Pilar de Washinton Irving

Bosques de la Alhambra

Una vez dejamos atrás el pilar y la puerta, nos adentramos en los bosques de la Alhambra, en busca de la puerta de las Granadas. A mitad de camino encontramos otro pilar, mucho más modesto, dedicado al escritor Washington Irving por la ciudad de Granada, con motivo del centenario de su muerte (1859). También siguen sorprendiendo la cantidad de agua que cae en cataratas por los distintos arroyos y que corren junto al camino.

Ascenso hacia las Torres Bermejas

Bosque de la Alhambra

Torres Bermejas

Desde la susodicha puerta de las Granadas, nos disponemos a ascender por la ladera opuesta, hasta coronar la cima junto a las Torres Bermejas. En la actualidad el conjunto se compone de tres torres, sobresaliendo en tamaño la central y un acusado baluarte de artillería de época cristiana. En los paramentos interiores se observa gran cantidad de losas de sepulturas musulmanas, lo que evidencia que las torres fueron reforzadas por los cristianos. Las Torres Bermejas constituyen un importante baluarte fortificado para la defensa del sector en que se encuentran, y están enlazadas mediante una muralla con la Alcazaba de la Alhambra. Podéis ver una foto mejor de estas torres en el anterior capítulo de la serie, vistas desde la Alcazaba.

Realejo (Calle Cruz de Piedra de S. Cecilio)

Si seguimos andando, nos encontramos con el Realejo, un arrabal judío de la ciudad musulmana, cuando se conocía como Garnata al-Yahud, "Granada de los judíos",y que cuando los cristianos tomaron la ciudad, lo renombraron como Realejo, pues había sido tomado por la Corona. Históricamente tiene dos partes bien diferenciadas: de un lado, la zona llana que conserva muy poco de su antiguo trazado urbano; de otro, la alta, en la ladera de la colina del Mauror, que sigue siendo en la actualidad un laberinto de callejuelas estrechas tan empinadas que muchas de ellas son escalonadas y con multitud de casas unifamiliares y cármenes granadinos. Entre las preciosas casas que encontramos en este barrio, con su arquitectura típica mezcla de nazarí y renacentista, encontramos un lavadero público en la plaza de la Puerta del Sol, y unas fabulosas vistas de Granada.

Lavadero público en el Realejo

Tras pasar junto al hotel Alhambra Palace, podemos tomar la calle de Antequeruela Alta, para dirigirnos al Carmen de los Mártires. Los cármenes granadinos son unas casas tradicionales, que destacan por tener una parcela que se constituye como mezcla de jardín y huerto, y que se encuentras en las zonas de laderas.

Casa del Carmen de los Mártires

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Después de la conquista de Granada por los Reyes Católicos, la Reina Isabel construyó una ermita aquí en memoria de los mártires que habían muerto. En 1573, se estableció un convento (San Juan de la Cruz fue prior de 1582 a 1588, y dicen que plantó uno de los cedros más grandes) y se construyó una nueva iglesia para remplazar la ermita original entre 1614 y 1620. Sin embargo, se destruyó el convento en 1842 aunque se ha restaurado el jardín monacal desde entonces.

La casa actual "Carmen de los Mártires" fue construido por Don Carlos Calderón quien compró el terreno para su residencia de veraneo, y un propietario subsiguiente, Hubert Meermans, diseñó los jardines, creando varios distintos estilos de jardín con sus fuentes, estatuas y grutas en distintos niveles. Se abandonó un proyecto para la construcción de un hotel, y después de años de abandono, se han restaurado la casa y sus jardines a su antiguo esplendor.

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